Excesos y recortes en la sanidad pública
Personalmente me siento orgulloso de trabajar en la Sanidad Pública en Andalucía, un Sistema Sanitario que se rebeló ante la exclusión sanitaria a extranjeros en situación irregular y que ha parado la fiebre privatizadora de otras Comunidades Autónomas.
Su piedra angular es el SAS, el Servicio Andaluz de Salud, una extensa red de 1.514 centros de salud, 29 hospitales que cuenta con más de 84.000 profesionales.
Los recortes impuestos desde el Gobierno de Rajoy han hecho que la Consejería de Salud y Bienestar Social haya sufrido una reducción de presupuesto del 10%, el presupuesto del SAS para el 2013 ha sido alrededor de 7.700 millones de euros.
La Dirección Gerencia del SAS, hace ya más de 10 años, “cuando las vacas gordas”, introdujo un sistema de incentivación de los profesionales que, entre los sanitarios conocemos como “productividad”, por el que se premia con dinero la consecución de objetivos; unos de la Unidad donde se trabaja y otros personales, son objetivos pactados individualmente. Este sistema “empresarial” en el SAS supondrá para este año más de 220 millones de euros en Andalucía, 6.5 millones solo en el Hospital Torrecardenas. Incentivos a profesionales que van desde los 500 euros anuales de un celador a los más de 20.000 euros de un director de unidad (en los 6.5 millones que gastará Torrecardenas no se incluyen los incentivos a altos directivos, asignaciones públicas opacas que nunca se conocen y que pueden incrementar esta cifra en varios cientos de miles de euros).
En 2012 la Dirección del H Torrecardenas no pactó los objetivos ni con las unidades ni con los profesionales, con lo que el gran fin de la productividad de comprometer a los trabajadores no se dio. Sin embargo, en estos días se han hecho públicas las asignaciones correspondientes al año pasado y nadie sabe muy bien qué se han valorado. Las grandes diferencias entre profesionales y categorías, lejos de motivar a los trabajadores, han provocado el efecto contrario; indignación y vergüenza.
En el SAS llevamos dos años en los que la Consejería de Salud nos ha pedido sacrificios “para mantener la calidad de nuestra Sanidad Pública”, dos años en los que se han aumentado el cierre de camas, se han disminuido las sustituciones y la contratación de los eventuales se están haciendo al 75% de jornada y sueldo. Nadie entiende que se mantenga la productividad, nadie excepto los cargos directivos que son los que sacan una buena tajada de este sistema inmoral de reparto de dinero público.
La Consejera de Salud y Bienestar Social, Mª Jesús Montero, tendría que seguir el ejemplo de su compañera de Gobierno, la Consejera de Educación, Mar Moreno que, tras las presiones de la comunidad educativa e Izquierda Unida, paralizó el Plan de Calidad en Educación (sistema similar de retribuciones que se estaba imponiendo en los centros educativos andaluces).
La Sra. Montero tiene en sus argumentos para defender este sistema de retribuciones graves contradicciones que debería resolver: mientras que reduce al extremo las sustituciones, prohíbe las contrataciones de eventuales a tiempo completo y autoriza el cierre de camas con la excusa de falta de presupuesto, se empecina en mantener el despilfarro de la productividad con la justificación de que es la mejor manera de mantener la motivación de los profesionales del SAS y la calidad asistencial.
Se equivoca de pleno. En primer lugar, este sistema viene a cuestionar la profesionalidad de los trabajadores del SAS ¿o es que no nos pagan ya por trabajar? y por trabajar bien, como demuestran los datos de satisfacción de nuestros pacientes y sus familias y, en segundo lugar, porque es mucho más motivador y garantía de calidad asistencial trabajar con unas condiciones dignas y con el personal y material necesario para cuidar bien a la población a la que atendemos.
Espero que los gestores de la Sanidad Pública Andaluza recapaciten y utilicen esos 220 millones de euros de la productividad para ampliar las contrataciones, y al 100%, y para evitar el cierre de camas. En un mes se cierra el Hospital Cruz Roja de Almería.
Tengan cordura y protejan nuestro Sistema Sanitario Público, merece la pena.
Fernando J. Plaza del Pino
Enfermero. Área de Sanidad de Izquierda Unida.