Rubalcaba no se va pese a la catástrofe pero pide renovación
Mientras aún se contaban los votos de la peor derrota electoral del PSOE en democracia, el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba ha comparecido públicamente para hablar del futuro. Primero para desgranar su ‘programa’ de oposición en las Cortes y, después, para desvelar que le ha pedido a José Luis Rodríguez Zapatero la convocatoria de un Congreso Federal ordinario “lo antes posible” para elegir un nuevo secretario general que lidere al partido en esta nueva etapa en la oposición. Aunque no ha dicho nada sobre si se presentará, el tono parecía confirmar que sí.
“El PSOE no ha tenido un buen resultado, hemos perdido claramente las elecciones”, ha sentenciado el candidato socialista, que ha agradecido “de corazón” el apoyo de millones de españoles en unas “circunstancias difíciles” y ante “la peor crisis económica que hemos conocido”. El desplome electoral es total y de récord, por debajo del mínimo histórico de Almunia en 2000, que obtuvo 125 diputados. Ahora sólo suman 110 escaños.
Con un aspecto serio, sólo roto con los gestos de cariño de algunos militantes socialistas, Rubalcaba ha felicitado al PP por haber ganado “ampliamente” las elecciones y ha deseado suerte a Mariano Rajoy, con quien ha hablado por teléfono.
“Les puedo asegurar que estaremos a la altura de esta confianza”, ha subrayado en una declaración en la sede nacional en la madrileña calle Ferraz, donde el ambiente de desolación es absoluto. La imagen que habla por sí misma está en la calle, donde apenas hay un puñado de personas, mientras que en la sede del PP hay cientos celebrando la mayoría absoluta de Mariano Rajoy.
¿Y ahora qué? El futuro y la ‘reconstrucción’ del PSOE pasan por ese Congreso Federal cuya fecha límite es julio. Entonces se buscará dotar al partido de un nuevo liderazgo sólido con el que recuperar al electorado y hacer oposición a Rajoy. Este lunes hay prevista una reunión en Ferraz donde se analizarán los resultados y, quién sabe, lo mismo Zapatero anuncie ya una fecha.
Rubalcaba aún tiene que anunciar públicamente si aspirará a ser secretario general o, si bien, el resultado del 20-N es un lastre que dé paso a la renovación. Escuchándole hoy, todo hace indicar que su intención es tomar completamente las riendas.
De hecho, ha comenzado a ejercer de líder de la oposición esta misma noche, cuando ha detallado que actuará de acuerdo con sus “valores y convicciones” para defender con todas sus fuerzas que la medidas contra la crisis no supongan una pérdida de los “derechos y seguridades básicas” que “cohesionan” a la sociedad y la protegen.
Así, ha esbozado su ‘programa’ de oposición: defensa de los servicios públicos, de la igualdad entre hombres y mujeres, de todas las libertades y los derechos civiles. Asimismo, apostará por una Unión Europea “que refuerce la unidad, que responda con rapidez y eficacia al desafío de la crisis”.
Rubalcaba ha destacado que el PSOE tiene un “profundo arraigo” en la sociedad, “una gran solidez institucional”, y “una vocación permanente de representar a la mayoría”. Con ese bagaje, ha continuado, “afrontamos esta nueva etapa de nuestra historia e iniciamos el camino para recuperar la mayoría política y social”.
Hasta ahora, el peor resultado del PSOE era el de Almunia, aunque su suelo electoral se remonta a las elecciones constituyentes de 1977, con 118 diputados. Este batacazo es el epílogo de una caída libre que ha tenido varios puntos de inflexión, con la única excepción de las elecciones autonómicas del País Vasco. Perdió el poder en Galicia y Cataluña y quedó ‘borrado’ del mapa autonómico y municipal en las recientes elecciones del 22 de mayo. Nunca el PSOE ha tenido tan poco poder territorial. La siguiente parada de este ‘vía crucis’ es la cita electoral en Andalucía, aún sin fecha, donde los socialistas pueden ceder la última comunidad ‘histórica’, como ya hizo en Extremadura y Castilla-La Mancha.
Ferraz, casi desierta de simpatizantes
Mezcla de indignación y tristeza. La crónica de un fracaso anunciado se ha vivido con sentimientos enfrentados en la sede socialista de Ferraz. La calle ha estado prácticamente desierta, apenas diez personas resistían cual héroes. Dentro, el ambiente estaba más caldeado: el partido calcula que alrededor de 500 simpatizantes y afiliados han acudido a dar ánimos a su candidato.
Estaban indignados con el electorado de izquierdas, al que culpan de los resultados. “Siempre pasa igual: somos críticos, no vamos a votar y, al final, nos tenemos que quedar con lo que menos queríamos”, se lamentaba una mujer de mediana edad. Casi todos a su alrededor repetían el mismo argumento. “Esto es muy injusto. Zapatero no lo ha hecho mal. Ha estado condicionado por la crisis internacional, no le quedaba otra opción. Si hubiese estado el PP en el Gobierno, hubiera sido mucho peor. Y lo grave es que la gente ha votado sin reflexionar. Querían un cambio, pero ¿es que no se han parado a pensar en lo que va a hacer el PP? Ya verás cuando se quiten la careta y empiecen los recortes”, decía Ana, de 32 años. “Es muy injusto. El PP no ha hecho nada, han ganado por puro desgaste”, añadía Genaro, de más de 50.
A medida que las televisiones arrojaban datos del escrutinio, los rostros de los simpatizantes se iban agravando. “Madre mía, la que nos espera. Lo peor es que va a ser muy difícil defender ninguna política de izquierdas en ese Congreso”, decían Conchi y José, dos votantes de 20 años. Los más veteranos reconocían que nunca habían vivido una situación tan crítica.
Y así avanzaba la noche, sin rastro de reacción oficial a los datos escrutados, hasta que, pasadas las 22.00 horas, ha aparecido Rubalcaba en la repleta planta baja de la sede. Varias veces le han interrumpido con aplausos, incluso algún “presidente”, tímido y en bajito, se ha escuchado.
Tras su intervención, los simpatizantes han comenzado a abandonar la sede. Habían venido porque “en momentos así es cuando hay que estar”, pero ya no tenían cuerpo para análisis. El cierre espontáneo a la noche lo ha puesto Elena Valenciano, la directora de la campaña de Rubalcaba. Ha salido a dar las gracias a todos los que han trabajado con el equipo. “Nos os vayáis, que hay que remontar esto”, les ha dicho. Ellos le han contestado con abrazos y gritos de “Vivan las mujeres del PSOE”. ¿Preludio de por dónde irá el partido? Habrá que esperar para verlo.
Puedes seguir las respuestas de esta entrada por el RSS 2.0. Los comentarios y pings están cerrados por el momento.