¿De verdad quieres estar en mi lugar?
La persona con discapacidad, es testigo cualificado de humanidad y en su entrañable riqueza es un desafío constante para la sociedad, encontrando reservas para la construcción de un mundo basado en la solidaridad, en la esperanza y el amor.
Estas realidades se desplazan o se esfuman en algunos, insisto algunos -pero los suficientes- de los mortales que gozan de todas sus facultades físicas, psíquicas y mentales, y ahí empieza el combate del desgaste.
Ningún aspecto jurídico ni legislativo necesita ser aclarado. La sociedad tiene el deber de proteger a los grupos más vulnerables, como los discapacitados y las personas con movilidad reducida. Estos colectivos han declarado en numerosísimas ocasiones el perjuicio que les ocasiona cuando no son respetados sus derechos, y en el caso que nos ocupa, los espacios de aparcamiento reservados para ellos.
De algún tiempo a esta parte, parece que las conciencias se han abierto un poco a la motivación moral y se aprecia mayor sensibilización, pero hay otras conciencias que se han clausurado a casi todo y no logran tener suficientemente en cuenta su respectiva responsabilidad privada y social, cayendo en una perversión y prestando sus habilidades a casos inauditos, donde la honradez brilla por su ausencia y la inmoralidad campa a sus anchas:
• Falsificación
• Uso de forma indebida por parte de familiares.
• Continuar la familia utilizando la tarjeta del titular fallecido.
• Fraude.
• Fotocopia
• Manipular y deteriorar intencionadamente la tarjeta.
Algunos titulares de periódicos:
• Las tarjetas falsificadas de aparcamiento de minusválidos duplican a las oficiales.
• La Policía Local inicia una campaña para evitar el fraude en el uso de tarjetas de minusválidos en los aparcamientos.
• La Policía Local pondrá coto al uso indebido de plazas de aparcamiento para discapacitados.
• En lo que va de año han sido sancionados 1.200 conductores por dejar el coche sin tarjeta, llevar la de un familiar, incluso una fotocopia o manipulada.
Resumiendo cuando veas la señal de un lugar autorizado y reservado para aparcamiento de personas con movilidad reducida, RECUERDA::
• Esta no es una área V.I.P.
• Tampoco una exclusividad que yo quisiera tener, pero la necesito.
• ¿De verdad quieres estar en mi lugar?¡
Todos presuntos culpables más que presuntos inocentes. Es precisa una ética, por lo menos de mínimos.
Miguel Iborra
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