Medio Ambiente instalará un nuevo bombeo de agua en la Balsa del Sapo dirigido a evitar inundaciones
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha visitado este jueves la Balsa del Sapo en El Ejido, donde ha anunciado el compromiso de su departamento de instalar un nuevo bombeo de agua en el acuífero con una capacidad de extracción de 500 litros de agua por segundo. Se trata de una medida provisional dirigida a evitar el ascenso de la lámina de agua y el consiguiente riesgo de inundación en el entorno de Las Norias hasta la construcción del túnel de desagüe que se ha acordado como solución definitiva en el convenio firmado el pasado 19 de enero entre el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la Junta de Andalucía.
Díaz Trillo ha explicado que la Agencia Andaluza del Agua instalará un bombeo adicional que permitirá drenar un mayor volumen de agua del que se extrae actualmente, con una capacidad de impulsión de un caudal 500 litros de agua por segundo, para lo cual se realizará una inversión superior a los 6 millones de euros. Concretamente, la alternativa propuesta dispondrá de un trazado que partirá de la actual estación de bombeo y discurrirá por caminos vecinales y por la Carretera de San Agustín, hasta desembocar en el mar a través de Punta Entinas Sabinal.
El consejero ha destacado que, después de analizar numerosos estudios técnicos sobre la Balsa del Sapo, su incidencia y las posibles consecuencias ante la posibilidad de lluvias en la zona, esta se ha perfilado como la alternativa más adecuada para resolver los frecuentes episodios de inundaciones que se producen actualmente en la zona, debido a las continuadas lluvias y al alto nivel de los acuíferos. Además, ha destacado que, con esta actuación, la Consejería de Medio Ambiente recoge una de las propuestas realizadas por la Asociación Cañada de Las Norias para solucionar el problema existente.
Una de los beneficios que conllevará esta actuación, ha subrayado, será la posibilidad de aprovechar el agua en base a las reducciones de contaminación, lo cual favorecerán el aprovechamiento sostenible de este acuífero, máxime cuando representa en estos momentos unos recursos hídricos imprescindibles para la subsistencia de los regadíos en el Campo de Dalias.
La solución del túnel de desagüe
El consejero ha recordado que las obras incluidas en el proyecto de construcción del túnel de desagüe, que será desarrollado por la Sociedad Estatal de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) y la Agencia Andaluza del Agua de la Consejería de Medio Ambiente, supondrán una inversión superior a los 40 millones de euros. La infraestructura prevista consiste en una conducción que, partiendo de la balsa, discurrirá por un corto tramo en canal, para entrar más adelante en un túnel a lo largo de 7.500 metros. Este túnel desaguará en un cuenco amortiguador que finalizará en un canal. Y éste, a su vez, conducirá el agua hasta el mar.
Tal y como ha recordado, el pasado mes de marzo Acuamed sacó a licitación la redacción del proyecto constructivo del túnel de desagüe, finalizando el periodo de presentación de ofertas el pasado 18 de abril, por lo que se espera su adjudicación en el próximo mes de mayo.
La Balsa del Sapo se localiza dentro del municipio de El Ejido, en el Poniente almeriense. La balsa, de origen artificial, está formada por dos vasos separados por un camino y rodeadas de parcelas dedicadas a la horticultura al este, norte y oeste, mientras que al sur existe un núcleo habitado, Las Norias.
La formación de esta balsa tiene su origen las intensas excavaciones que se realizaron en la zona, entonces seca, para la obtención de materiales para los invernaderos. Esta actividad propició la aparición de dos profundas depresiones. Más adelante, debido al deterioro de la calidad de las aguas de los acuíferos, se abandonó su explotación, por lo que los niveles freáticos se recuperaron, alcanzando sus cotas normales.
En las zonas intensamente excavadas, al ser los niveles del terreno inferiores a los freáticos el agua afloró, generando las actuales balsas, que tienen una superficie de 130 hectáreas, un volumen de 9,7 hm3 y una profundidad, en algunos casos de 12 metros. Debido a la ausencia de un desagüe natural, en épocas de lluvias intensas se producen inundaciones en las explotaciones agrícolas –invernaderos- y núcleos urbanos cercanos.
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