Ecologistas exigen la paralización de unas obras de transformación de una finca de Níjar en regadío
El Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM) ha remitido escritos al Ayuntamiento de Níjar (Almería), a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y a la Comunidad de Usuarios del Agua del Campo de Níjar, en los que pide una actuación inmediata ante los trabajos de reconversión que se están llevando a cabo sobre una finca de más de 260 hectáreas en el municipio, para transformarla en un regadío.
Según detalla el grupo en una nota, la finca se ubica en el paraje conocido como El Cambronero y se trata de una actividad que, “según la información recabada, no dispone de los correspondientes permisos o licencias”.
“Tras recibir información de vecinos de la zona, consultar con varios colectivos de agricultores y regantes, y constatar personalmente la realización de intensos trabajos de explanación en la zona, se ha consultado con las administraciones públicas que señalan que no hay licencias concedidas para semejante desmonte”, ha señalado el GEM
El grupo ha criticado que esta obra se está realizando “a marchas forzadas” y en pleno mes de agosto, “en un intento de aprovechar la política de hechos consumados en actuaciones como mínimo sospechosas de intentar soslayar las normativas territoriales y ambientales aplicables”.
“Ante la indefinición de las administraciones, sospechamos que el objetivo de estos movimientos de tierras es el de realizar un cambio en los usos del suelo de secano a regadío en intensivo a través de una parcelación”, ha razonado la entidad ecologista, que ha señalado que según la legislación vigente en materia de urbanismo y medio ambiente, todo movimiento de tierras precisa la oportuna licencia y una autorización ambiental.
RECLAMACIONES
Además, dadas las dimensiones de la finca en la que se están produciendo estos hechos, “se requiere un estudio de impacto ambiental que se estaría soslayando por parte de los promotores segregando las parcelas de forma que cada una de ellas no alcance la superficie necesaria la realización de esos estudios, algo que ya se ha hecho, y con la complacencia de la Junta, en otras explotaciones en la zona de Tabernas”, ha alertado.
En cualquier caso, cualquier nueva actividad agrícola debe tener garantizada la aportación de suficientes recursos hídricos, señalan los ecologistas, según los cuales los acuíferos de Sierra de Gata y Campos de Níjar se encuentran en estos momentos “totalmente sobreexplotados”, no pudiéndose autorizar nuevos aprovechamientos de aguas, excepto que tengan otros derechos en materia de aguas privadas que deberán estar en el Registro de Aguas Privadas de Andalucía.
“Todo indica que se busca establecer nuevos regadíos con el agua procedente de la Planta Desaladora de Carboneras, gestionada por la Comunidad de Usuarios del Campo de Níjar. Pero ello incumpliría la finalidad primera de estos recursos como es la de paliar los déficit hídricos existentes en la comarca. Nuevos regadíos suponen incremento de la demanda de unos recursos escasos y limitados y romperían el precario equilibrio y amenazando la continuidad de gran parte del sector hortofrutícola”, avisan los ecologistas.
Además, avisan de que la zona que se está explanando está afectada por varias normativas ambientales, desde la de Montes Públicos denominada ‘Marinas y Serratas’, la Ley de Montes de Andalucía, o la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad.
El Grupo Ecologista Mediterráneo, así, ha pedido a todas las administraciones implicadas una información detallada sobre las actuaciones, las licencias concedidas o sin conceder, las peticiones de cambios de usos del suelo que se hayan realizado, “si es que se han realizado algunas formalmente”, ha añadido.
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