CSIF exige la equiparación salarial entre comunidades en Sanidad
Un médico andaluz de Atención Primaria cobra 9.400 euros anuales menos que en Extremadura y 5.578 menos que en el País Vasco; y un enfermero 7.000 menos que en Murcia y 11.000 menos que en el País Vasco; cifras discriminatorias e injustas ante trabajos similares.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSIF, anuncia que pone en marcha una campaña reivindicativa para reclamar la equiparación salarial con el resto de comunidades autónomas de los trabajadores sanitarios, para evitar la actual brecha salarial, que califica de discriminatoria e injusta.
Así, el sector de Sanidad del sindicato señala que, según los datos que maneja, los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) se encuentran a la cola de las retribuciones de los trabajadores de sistemas sanitarios de España. Esta diferencia salarial con otras comunidades autónomas se ha visto incrementada con los recortes de los últimos años, por lo que exige la equiparación salarial entre regiones al tener todos los profesionales las mismas funciones y el mismo trabajo.
En concreto, actualmente un médico de Atención Primaria andaluz cobra 9.400 euros anuales menos que en Extremadura, 5.578 que en el País Vasco y 5.500 que en Galicia; mientras que una enfermera andaluza percibe 7.000 euros anuales menos que en Murcia, y casi 11.000 de diferencia con el País Vasco, cantidades que también distan en otras categorías profesionales como TCAE, administrativos o celadores.
Para CSIF, la situación se agrava en el complemento de carrera profesional, dado que el SAS tiene bloqueado al acceso a la misma para cualquier profesional distinto a médicos o enfermeros, aumentando así la brecha entre el personal de gestión y servicios y los técnicos especialistas respecto a los mismos profesionales de otras comunidades.
Esta desigualdad, según apunta el sector de Sanidad del sindicato, provoca la gran fuga de profesionales a otras regiones. En el caso particular de la provincia de Almería, sucede con la región de Murcia y, especialmente, en el Hospital de La Inmaculada, lo que supone el empobrecimiento de la calidad del servicio y el aumento de la media de edad del sistema sanitario andaluz que, además, genera un clima laboral tenso por la diferencias retributivas y por la pérdida de derechos de unos profesionales que han sostenido el sistema en los momentos de mayor dificultad del mismo.
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