VÍCAR.- Izquierda Unida califica como resaca presupuestaria de los años de derroche las nuevas cuentas municipales para 2014
En el pleno del pasado 23 de diciembre, Izquierda Unida de Vícar votó en contra de los presupuestos municipales para 2014 ya que, a juicio del portavoz municipal de esta formación, José Antonio García Urrutia, “estas cuentas son la resaca presupuestaria tras años de maquillaje e ingresos que no se ajustaban a la realidad”.
En este presupuesto todo son “habas contadas”, ya que el ayuntamiento tendrá las manos atadas tanto por parte del Estado como de los bancos, debido a la deuda acumulada entre 2007 y 2010, años de burbujas presupuestarias, que ahora hay que pagar con creces. Dichas burbujas son las causantes de que el ayuntamiento tuviera acogerse al RDL 4/2012 de 24 de febrero, un mecanismo de financiación injusto que va a provocar que durante diez años los vecinos del municipio tengan que pagar tanto las imprudencias y temeridades presupuestarias del equipo de gobierno del PSOE como la codicia y el deseo de estrangular a los ayuntamientos del gobierno central del PP y la banca.
Consecuencia de ello es que en el próximo año, y siguiendo con la tendencia iniciada en 2012, cada vicario pagará más impuestos (una media de 510 euros) a cambio de menos servicios y de peor calidad.
Así, en el apartado de gastos, “nos encontramos con que el 23% del presupuesto irá destinado al pago de deuda, lo que supone una reducción del margen de acción del ayuntamiento que se ve reflejado en recortes brutales en partidas claves como la de fomento del empleo (recortada en 78%), escuelas infantiles (24.000 euros menos) y ayuda a domicilio (con 100.000 euros menos). Es decir, menos servicios y de peor calidad. Además, algunas de las inversiones previstas como tales en el presupuesto (como el Palacio de Deportes de Las Cabañuelas, el Centro de Formación de La Gangosa o la ampliación del centro de salud de Las Cabañuelas) son en realidad pagos de edificios que ya estaban hechos y aún sin pagar.
Los recortes en servicios serían innecesarios si se tienen en cuenta las alegaciones que IU presentará próximamente y que proponen como alternativa reducir los gastos en la partida de retribuciones y sueldos del equipo de gobierno o el ahorro de energía mediante un Plan de Optimización energética. Por otra parte, también se ahorrarían unos 200.000 euros si el ayuntamiento asumiera, tal y como contempla la Ley de Haciendas Locales con respecto a los municipios de más 20.000 habitantes, los servicios de recaudación que ahora mismo gestiona la Diputación.
Todo este ahorro evitaría recortar en servicios y mejorar partidas como la destinada a ayudas de emergencia social, básica y fundamental dada la mala situación económica a la que se han visto abocadas muchas familias de nuestro municipio. También podrían mejorarse las de ayuda a domicilio, deporte y cultura o fomento del empleo. Y podría crearse un Plan estratégico de turismo, resaltando los atractivos turísticos del municipio, con el fin de diversificar y crear nuevas alternativas de desarrollo económico del municipio.
Por otra parte, desde IU Vícar “criticamos que a la hora de elaborar este presupuesto el equipo de Gobierno continúe con su opacidad y falta de transparencia, ya que sigue incumpliendo la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, que dice que el presupuesto deberá ir acompañado de una memoria explicativa, la liquidación del presupuesto anterior, un anexo de inversiones y un informe económico-financiero. Ninguno de estos documentos ha sido presentado en pleno. A su vez, denunciamos que sean unas cuentas hechas a espaldas de los vecinos, sin tener en cuenta a asociaciones vecinales, AMPAs, comerciantes, etc.”.
En ese sentido, IU Vícar propone la creación de un Consejo Económico y Social del municipio donde estén representados todos esos colectivos y al que se tenga en cuenta a la hora de redactar los futuros presupuestos municipales.
En definitiva, para Izquierda Unida, “son unos presupuestos opacos que dan la espalda a la creación de empleo, carentes de inversiones e infraestructuras urbanas, que no contemplan el ahorro energético (luz, electricidad, etc.) ni el turismo como posibilidad para el desarrollo económico del municipio y que continúan degradando la calidad de los servicios públicos dando prioridad al pago de una deuda (casi el 25% del presupuesto) que se generó durante años y años de despilfarro y que se quiere cobrar ahora de forma apremiante, codiciosa y sin tener en cuenta a los vecinos”.