Política, ¿económica o electoral?
La Junta de Andalucía ha impulsado un programa mediante el cual, muchos jóvenes están realizando prácticas en ayuntamientos de toda la región.
Este programa, que pretende mejorar la empleabilidad y promover “mejores condiciones para el acceso al mercado laboral”, realmente consigue todo lo contrario, mostrando nuevamente el analfabetismo económico que reside instalado en la administración. Veamos.
En primer lugar, con esta medida no se fomentan aquellos sectores que pueden generar empleo de forma sostenible, sino que seguimos apostando por un modelo rígido e ineficiente, incapaz de absorber la ingente cantidad de desempleados.
Por otro lado, la experiencia ofrecida no se ajusta a las necesidad del que será nuestro tejido empresarial y productivo, ya que en la mayoría de las ocasiones los puestos de trabajo financiados, ni forman a los jóvenes trabajadores, ni generan un marco que promueva el nuevo empleo.
Con esta medida cortoplacista consistente en el “pan para hoy y hambre para mañana”, quizás lo que se persiga es reducir las cifras de desempleo de cara a las elecciones municipales del próximo mes de mayo, a cambio de cercenar miles de euros en un plan carente de fundamentos a largo plazo.
Lo que necesitamos es una industria auxiliar de largo plazo, basada en la especialización, la innovación y la investigación. Una industria capaz de competir en los mercados internacionales y que nos diferencie del resto a través de la creación de valor. Y esto no se consigue con empleos públicos sin cualificación, sino que requiere de incentivos fiscales, menor burocracia y, en definitiva, un mayor compromiso real para con el pueblo.
Hasta aquí puedo leer.
-José Cristian Callejón Villalobos-
-Economista financiero-
@josecallejon91
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