El descontrol de Susana lo pagamos los andaluces
Los que decían, tras la ceremonia de traspaso de sillón a la presidenta Díaz, que doña Susana iba a ser un calco en la gestión de sus anteriores usuarios, Chaves y Griñán, se equivocaban. Aunque resulte difícil de creer, en apenas quince meses de gestión Susana Díaz ha conseguido diferenciarse notablemente de sus predecesores, pero para empeorar la situación de Andalucía. Apenas ha pasado un año desde que Griñán tuviera que salir corriendo de Sevilla para evitar, igual que Chaves, el riesgo de alguna responsabilidad judicial, y su heredera directa ya ha puesto todo peor que lo que lo dejaron. En quince meses de gobierno bipartito (PSOE-IU) en la Junta de Andalucía, Susana Díaz ha acumulado una deuda de gestión con los andaluces de 14.275 millones de euros. Se lo decía hace unos días en el Parlamento Andaluz el portavoz del PP, Carlos Rojas, recomendándole que vaya menos por ahí diciendo lo que le duele el alma y que piense en la cantidad de andaluces a los que la Junta no atiende por culpa de una pésima gestión de los recursos públicos. Y es que por muchos golpes de pecho que quiera darse y por muy melodramática que se ponga, Susana Díaz no sólo es una mala presidenta: también es una mala andaluza, porque está desaprovechando el dinero que tiene para resolver los problemas de miles de familias andaluzas. Como dato, baste señalar que en 2013 y 2014 La Junta de Andalucía está dejando sin ejecutar más de 2.700 millones de gastos cofinanciados con fondos europeos y 5.000 millones para inversiones se están quedando en los cajones. De hecho, Susana Díaz ha dejado de enviar 952 millones de euros a los ayuntamientos y eso supone que, además de la asfixia económica para las arcas municipales, hay miles de empresas andaluzas que están teniendo que cerrar porque por desgracia la Junta es la principal morosa en Andalucía, ya que hay 2.562 millones de euros sin pagar por servicios realizados. Ante esta realidad, la presidenta prefiere hacerse fotos y dar titulares de tono folclórico acerca de lo mucho que le duele el alma y lo mucho que se le parte el corazón ante los problemas de los andaluces, pero todos sabemos que los problemas de las familias necesitan de más acción y menos actuación, porque es la gestión la que resuelve los problemas. Pero la realidad de la Junta de doña Susana es otra: una consejera de Fomento que pasea en bicicleta; un consejero de Turismo que fomenta un Plan Litoral con la economía estancada; una Consejería de Educación dedicada a revisar expedientes de formación con un fracaso escolar del 28%; y una Consejería de Hacienda desmantelando barato el patrimonio inmobiliario andaluz para seguir pagando la fiesta.
Javier Aureliano García
Secretario Provincial del Partido Popular de Almería