El País se salta otra vez su libro de estilo y ahora titula lo que no aparece en la noticia
“Rouco sigue con el mismo son: gais, familia, mártires y concordato”. Con este título panfletario y digno de un artículo de opinión encabezaba anoche una noticia el mismo diario de PRISA cuyo libro de estilo afirma que su “independencia y la no manipulación de las noticias son una garantía para los derechos de los lectores, cuya salvaguardia constituye la razón última del trabajo profesional. La información y la opinión estarán claramente diferenciadas entre sí.“
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¿El País titula las preocupaciones de Rouco o las obsesiones del diario?
El extracto citado, que figura en el punto 1.3 del citado libro de estilo, suena a chiste para cualquiera que se asome a las páginas de ese diario de forma habitual. En el punto anterior se lee: “EL PAÍS se esfuerza por presentar diariamente una información veraz”. Sin embargo, aunque el citado titular habla de “gais”, en todo el texto de la noticia no hay ni una sola mención a la homosexualidad ni a los homosexuales. Podría añadir que ni en la noticia ni en el discurso de Monseñor Rouco, que se puede leer completo aquí. En su intervención, dicho sea de paso, el Arzobispo de Madrid tampoco mencionó ningún concordato, sino los Acuerdos entre España y la Santa Sede vigentes desde 1979. Para ser más exacto, de los 53 párrafos que forman la citada intervención de Monseñor Rouco, sólo citó dichos Acuerdos en uno y lo hizo de esta forma (El País no recogió ninguna cita del mismo):
“En España, las relaciones entre la Iglesia y el Estado están suficientemente bien reguladas por los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español firmados en 1979. Los Acuerdos reflejan fielmente tanto los principios enseñados por el Concilio Vaticano II a este respecto, como los que emanan de la Constitución Española de 1978, especialmente de lo que esta establece en los artículos 16 y 27, máxime si son interpretados a la luz de lo que prescribe el artículo 10, 2.”
Sin embargo, y a lo largo de distintos párrafos, Monseñor Rouco habló de fe, caridad, amor y esperanza, habló también del terrorismo -criticó que no se haya tomado “el camino del arrepentimiento, del propósito de la enmienda y de la satisfacción de las víctimas”-, hizo un llamamiento a ayudar al pueblo filipino y también recordó a “tantos cristianos, de distintas confesiones, sometidos a presiones y persecuciones de diverso tipo en varias partes del mundo”; también se refirió al paro y animó a “manifestarse no solo en unos comportamientos respetuosos de las exigencias fundamentales de la justicia y de la solidaridad, sino, además, en actitudes de generosidad desprendida en favor del prójimo”. Todas estas inquietudes humanas de Monseñor Rouco han sido silenciadas por El País en dicha noticia, firmada por Juan González Bedoya -supuesto experto en materia religiosa de ese periódico socialista- y encabezada con un titular que más que resumir las inquietudes del Arzobispo, plasma las obsesiones del diario de PRISA.
Los tópicos, bulos y errores garrafales de Bedoya en sus ataques a la Iglesia
Hay que decir que el señor Bedoya ha seguido su línea habitual con esta última manipulación. A modo de ejemplo:
En diciembre de 2008 Bedoya firmó otra noticia-panfleto en la que acusaba a la Iglesia de “la aniquilación de Galileo por insistir en que la tierra gira alrededor del sol; la hoguera para los primeros que usaron anestesia para que la mujer pariera sin dolor e, incluso, la condena del inventor del pararrayos”. Por lo que parece Bedoya no sabía que Galileo murió por causas naturales en su casa de Arcetri, cerca de Florencia; Bedoya tampoco sabía que los primeros que usaron anestesia en un parto fueron James Young Simpson y John Snow a mediados del siglo XIX en Inglaterra, país sometido a la Iglesia Anglicana, y que Snow murió de un derrame cerebral a los 45 años y Simpson murió por causas naturales en su casa a los 85; Bedoya tampoco sabía que el invertor del pararrayos, Benjamin Franklin -que no era católico, sino episcopialiano- no fue condenado por ninguna Iglesia; antes bien, el bulo sobre dicha condena fue obra del fanático anticlerical Andrew Dickson White.
En abril de 2009, y en otra noticia con titular demagógico y panfletario, Bedoya acusó a la Iglesia de estar “acostumbrada a contar los años desde la fecha -incierta- del nacimiento de su fundador Jesús”. Curioso experto en materia religiosa el que tiene El País, pues desconoce que esa misma cuenta de los años es la que hace el periódico de PRISA y la mayoría de los países del mundo…
En octubre de 2010 Bedoya firmó un bulo publicado por El País que, partiendo de cifras y conceptos groseramente manipulados, atribuía a la Iglesia una aportación estatal de 10.000 millones de euros. Desmonté ese bulo aquí, paso a paso, en abril del año pasado.
En febrero de 2012 Bedoya publicó una noticia plagada de falsedades sobre la financiación de la Iglesia. La Conferencia Episcopal Española dirigió una carta a El País ejerciendo su derecho legal de rectificación y desmontando una a una las falsedades escritas por Bedoya. Ante el ridículo en el que le dejaba esa respuesta, El País no publicó la rectificación.
En junio de 2013 Bedoya volvió a la carga con una nueva noticia plagada de falsedades y gazapos sobre la financiación de la Iglesia, omitiendo conceptos como la atención a enfermos y contradiciéndose al afirmar al mismo tiempo que la Memoria de 2011 de la Conferencia Episcopal, revisada por la prestigiosa consultora PwC, era poco detallada y constituía una “exhibición de cifras”. ¿En qué quedamos?
No acabo de entender que un periódico con el prestigio que algunos le atribuyen a El País -del todo inmerecido, en mi opinión- se atreva a engañar de una forma tan burda a sus lectores, pasando como experto en cuestiones religiosas a alguien que tiene una cultura tan escasa en esta materia y que sostiene tópicos totalmente falsos, propaga bulos e incluye gazapos tan cómicos en las noticias que firma. ¿Tan grande es el odio de El País contra la Iglesia Católica que no teme hacer el ridículo en su cada vez más torpe afán por desprestigiarla?
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