EL RINCÓN DE LA SIRENITA
LA VENTANA DE LA FE
SUCESOS
EN CLAVE DE HUMOR
DOCUMENTOS
Contrapartida
No, no trabajo para el fisco. Aún no. Pero en el presente capítulo, se va a poner de manifiesto un tema de lo más mediático, un tema candente y de difícil explicación, dados los avances en cuanto a transparencia y profundidad de la información contable.
Las cuentas son meros registros que recogen las variaciones experimentadas en magnitudes económicas, como consecuencia de transacciones devengadas en el seno empresarial, pero con un dogma capaz de desarrollar un escollo desproporcionado a aquel que pretenda eludir a la Hacienda Pública. Esta característica, capaz de apuntalar de un modo inequívoco, una operación irregular, reside en el “método de la partida doble”, quien amparado por el “principio de dualidad”, estipula una condición prevaleciente e inamovible, acerca del modo en el que se deben registrar las oscilaciones en la estructura económico-financiera de determinada firma o sociedad.
Dicho lo cual, nos disponemos a razonar el principio que debería suponer un freno al avance inexorable del llamado dinero negro, y proporcionar un impulso a ese tímido flujo de tesorería que es declarado con todas las de la ley.
Lo que refleja esta premisa es la propiedad bidimensional, mediante la cual, se recogen por cada operación, dos anotaciones, de igual cuantía (una es cargada, y la otra abonada), que se traduce en algo tan simple como de donde procede la financiación y, adónde va a parar la misma, es decir, qué estoy adquiriendo y con qué dinero lo estoy pagando.
Pues bien, a pesar de lo transcrito, cada día vemos como determinados políticos (en el sentido amplio de la palabra), se lo llevan crudo, sin ser detectados por el órgano competente, tal que, si en el “debe” (parte del asiento contable donde se insertan los incrementos de activo) entra una lujosa casa a orillas del Mediterráneo, por valor de 250.000€, en el “haber” (lugar del asiento donde se ubican los incrementos en el pasivo y el patrimonio neto, es decir, la financiación propia o ajena) debería de aparecer reflejada una cuenta que minore la tesorería, si la pagas al contado, o, un aumento de los préstamos. En caso contrario, ¿cómo la estás financiando?
Ya lo decía un vecino de Almería, “Robar no es difícil, lo difícil es que no te cojan”.
-José Cristian Callejón Villalobos-
-Estudiante de 3º de Finanzas y Contabilidad-
Escrito por direccion en 7 jun 2013. Archivado bajo Entrelíneas.Puedes seguir las respuestas de esta entrada por el RSS 2.0. Los comentarios y pings están cerrados por el momento.
