Malabarismo
Aquí el más tonto hace relojes. Son expertos en el arte del malabarismo. Únicos en destreza y habilidad para dar la vuelta a las cosas. De convertir lo blanco en negro. De tragar lo intragable y de ver que no pasa nada, ni cuando les llega el agua a las cejas.
El tema de la SGAE está ahí y no veo ni dimisiones, ni explicaciones, ni a los actores “de la ceja” manifestándose ante la existencia de la trama corrupta. Deben de dar explicaciones por que concedió el Ministro de Industria 2 millones de euros, sin recibir contraprestación alguna y 4 millones más en subvenciones y créditos blandos; el Ministerio de Cultura debería de asumir las responsabilidades políticas por no haber cumplido su obligación de vigilancia y control y no haber hecho caso del Comité de Empresa de la SGAE que denunció la existencia de la corrupción; el Ministerio de Administraciones Públicas tendría que decir por qué no atendió a las advertencias de la Agencia de Calidad de Servicios sobre las irregularidades o el Ministerio de Economía tampoco hizo caso del informe de la Comisión Nacional de la Competencia contra la SGAE. Todos mirando de canto y por arte de birlibirloque…la culpa la tiene Esperanza Aguirre. Ni el mago Tamarit hubiera hecho un pase de cartas tan bueno.
El caso de los EREs fraudulentos deja pequeño a David Copperfield. Nadie ha asumido la responsabilidad política por los cientos de millones que han desaparecido debajo de la chistera. No es un “fondo de reptiles” sino de “dinosaurios” por el volumen del mangoneo. El Gobierno socialista de la Junta de Andalucía ha convertido la administración autonómica en una administración paralela, igual que de una manga se sacan 200 pañuelos.
Y ya no hay palabras para decir, como se las ingenian para fingir que el “chivatazo” no existe y concentrar sus ataques en Paco Camps. Ahora que ha dimitido, a ver como explican que un policía pueda avisar a un delincuente para que se pire, cuando lo van a pillar, sin una orden de los de arriba. Y en una operación antiterrorista, nadie puede creerse que no lo supiera el Ministro del Interior. Pues con una varita harán desaparecer todo lo que puedan y más, y admitirán “cocodrilo” como animal de compañía.
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