LIBERTAD DIGITAL.- El escandaloso despilfarro de España en la Expo de Shangai
Hace casi seis meses que concluyó la Exposición Universal de Shangai, en el que participaron 189 países de los cinco continentes, con su desembolso correspondiente. España estuvo presente con un pabellón, cuya estrella fue el muñeco Miguelín que diseñó Isabel Coixet, y que el Gobierno regaló a la ciudad al concluir la exposición.
Y, como suele ser habitual en su afán despilfarrador, España dio la nota con desembolso más típico de una superpotencia que de un país que atraviesa una agudísima crisis económica. Y es que, nuestro país fue el tercero que más invirtió en el acontecimiento, sólo superado por Japón y Arabia Saudi. ABC publica un detallado desglose este jueves, en el que además del coste total – 74 millones de euros- descubre algunas partidas ciertamente relevantes.
Entre otras, llama la atención el sueldo que cobró la comisaria general de España para la Exposición: cobró en seis meses de trabajo un total de 288.191 euros. Lo que implica que casi multiplicó por cuatro el sueldo del propio presidente del Gobierno. Y en apenas medio año de trabajo.
¿Pero quien es esta comisaria General? Su nombre es María Tena, cuyo nombramiento se aprobó en el Consejo de Ministros del 22 de enero de 2010, a propuesta de Elena Salgado y Miguel Ángel Moratinos. Tena es una antigua conocida de la actual ministra de Trabajo, ya que fue su asesora durante los cuatro años que estuvo al frente del ministerio de Sanidad.
Detalle de algunos de los gastos de la impresionante factura española:
- Sueldo María Tena: 288.191 euros
- Pago nóminas del personal: 1.261.157 euros
- Gastos de hospedaje: 493.000 euros,
- Desplazamientos internos en China: 368.302 euros
- Protocolo: 164.920 euros
- Coste del pabellón: 19.483.636 euros
- Adjudicación del contrato a EMBT: 625.000 euros
- Inversión para garantizar mantenimiento del pabellón : 332.646 euros.
- Construcción de ‘Miguelín’: 588.518 euros.
Destaca especialmente el desembolso porque tras el elevado coste, esta inversión no tuvo rentabilidad alguna porque la instalación fue donada al Gobienro de Shangai, y el muñeco Miguelín – más de medio millón de euros invertidos en él- también fue regalado a las autoridades municipales.
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