Hasta luego… Paco
La noticia de la despedida transitoria (eso espero) del concejal Paco Amizián, además de inesperada ha sido un “jarro de agua fría” para muchísimos almerienses, entre los que me encuentro yo.
Un concejal luchador, apasionado, dedicado las 24 horas del día al servicio de los ciudadanos de Almería, persona cercana al ciudadano, persona incansable, persona fiel a sus amigos y a su partido, persona amable con los medios de comunicación, persona realista, persona coloquial, persona servicial… Un concejal de los que pocos hay, porque ni se le subió el cargo a la “cabeza”, ni su cabeza se hizo “interplanetaria” por el cargo, como les suele pasar a algunos.
Un concejal de “hierro”, pero con un corazón enorme de humildad y sencillez.
Un concejal al que la corbata molesta, porque lo suyo es el vaquero y camisa y a patear la calle.
Un concejal, al que el corazón le puede más, a veces, porque es señal de buena gente.
Un concejal, parapeto de “sus amigos y compañeros”, porque él por ellos “mata”.
Un concejal al que Teleprensa (siempre ha habido abrazafarolas), ha querido hundir reiteradamente, con maldad, rencor y vejación, sólo por ser “Paco”, un ciudadano más (humano y pecador como cualquiera), con sus errores y grandezas.
Un concejal respetado por todos los medios de comunicación, porque se lo merecía, menos por el anteriormente citado (allá cada cual con su conciencia, si la tiene).
Un concejal querido por los almerienses.
Un concejal que cuando estuvo al frente de la Concejalía de Deportes ilusionó a miles de chavales y no tan chavales, con dotaciones deportivas, eventos y actividades, como nunca se dieron en nuestra querida Almería.
Un concejal que en su segunda legislatura al frente de Obras Públicas, ha cambiado Almería para bien de todos nosotros, los ciudadanos, a pesar de la crisis profunda que padecemos, estando siempre dando la cara en obras molestas, allá donde las hubiere.
Un concejal implicado en su trabajo diario por y para con los ciudadanos en general, sin mirar color político.
Un concejal que cuando sus compañeros no se atrevían a dar la cara… ahí estaba Paco.
En tres palabras: PACO EL CONCEJAL.
A Luis Rogelio, nuestro alcalde, se le hizo un nudo en la garganta cuando dio la noticia en rueda de prensa para comunicar que Amizián le había comunicado no seguir por problemas de salud y temas familiares.
A Javier García, secretario Provincial del PP, se le saltaron las lágrimas.
Y eso tiene un motivo: Se les va, espero que temporalmente, un AMIGO y un BUEN CONCEJAL.
Me consta que a Amizián le ha costado tomar esa decisión, pero no puedo dejar de alegrarme por su familia, que va a poder disfrutar de una buena persona, de un buen padre, de un buen marido, que por hacer tanto bien a los ciudadanos de Almería, no podía atenderlos como se merecían.
Me consta que para Luis Rogelio, nuestro Alcalde, el vacío de Paco tardará en asimilarlo, porque es su amigo ante todo y una persona de su total confianza.
Me consta que para Javier García, el apoyo de su amigo Paco, siempre lo tendrá, aunque no esté en activo.
Me consta que para muchos de los componentes del Partido Popular, Amizián siempre estará en su recuerdo y contarán con él.
Ha sido a veces duro en palabras cuando ha tenido que serlo, pero su corazón siempre ha olvidado o perdonado. Y eso le hace ser “un buen tío”.
Yo echaré de menos a Paco y creo que muchos medios de comunicación también, por su actitud y aptitud hacia nosotros.
Yo personalmente le digo: “Hasta luego Amizián”. Y no cambies nunca. Que cuando vuelvas sigas siendo PACO EL CONCEJAL. ¡Vuelve pronto coño!
P.D.T.: Si alguien se alegra de la marcha de Paco… mejor que no se automedique más y acuda a un exorcista.
Juan Luis Hinestrosa, direccion@www.telealmerianoticias.es
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