El cambio
Entran escalofríos cuando lee una, que en los tres últimos años en España, han cerrado mas de 90.000 comercios por el desplome del consumo y aunque la inmensa mayoría son negocios pequeños y tradicionales, también la crisis económica ha pasado factura a las cadenas de distribución, que ante la continua caída de las ventas han tenido que reducir sus negocios.
Y cuando, según Asaja, en nuestra provincia, destruir hortalizas es hasta seis veces más rentable que venderlas, sin lugar a dudas, un cambio de Gobierno no solo es absolutamente necesario, sino simplemente vital. Han vivido de las vacas gordas y en tiempo de las flacas han estado improvisando y dando palos de ciego y ya se sabe que “una orden seguida de una contraorden equivale a un desorden”.
Ya no podemos seguir así y lo que no es de recibo, es que Zapatero tenga a su lado, durante siete años, al hombre que sí sabe crear empleo y tengamos casi cinco millones de parados: Alfredo P. Rubalcaba, que con una falta de ideas absolutas, ha sido elegido candidato del PSOE, con un discurso de izquierdas, con guiño a los indignados y alejándose de Zapatero para dar una imagen de cambio. Decir que él es la alternativa, es un fraude a la inteligencia.
Sus propuestas, en un discurso elaborado y con buena puesta en escena, como buen encantador de serpientes, es una tremenda contradicción entre lo que dice que va a hacer y lo que no ha hecho como Vicepresidente del Gobierno, porque propuestas, no sólo del PP sino de otras fuerzas políticas, se le han presentado en el Congreso y en el Senado y siempre las han votado en contra. Esto es el principio. Aún nos dará “días de gloria” al mas puro estilo Rubalcaba.
En la Diputación provincial de Almería, por fin, se respira cambio. Se fueron los innombrables del PAL que tanto daño han hecho a la Institución con sus actuaciones, su transfuguismo y sus vergonzosos pactos y con trabajo, honestidad y trasparencia, volverá al lugar que le corresponde, porque Gabriel Amat y su equipo lo van a conseguir.
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