CINCO DÍAS.- Intervención bancaria, caída segura
Suelen decir que la historia siempre se repite. Desde luego, en el caso de la Bolsa y las intervenciones bancarias esta afirmación se cumple. Cada vez que el Banco de España ha tenido que entrar en alguna entidad financiera, la renta variable española ha reaccionado negativamente, y desde luego hoy no ha sido una excepción.
El Ibex ha cerrado con una caída del 1,45% %, que aún así le ha permitido retener los 10.600 puntos. La noticia de que la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) no se integrará en Banca Base y que ha solicitado la ayuda del regulador, no ha sentado bien a los operadores. Las noticias relacionadas con la ordenación del sistema financiero español no suelen ser bien digeridas por el mercado y los valores financieros suelen ser los más damnificados. Hoy, cumpliendo con el guión, Bankinter ha perdido un 3,74%, Popular un 2,95%, Sabadell un 2,16% y los dos grandes, BBVA y Santander, un 2,94% y un 2,39% respectivamente.
A pesar de esta mala jornada, el cierre del trimestre no arroja tan malos resultados. El Ibex ha conseguido subir un 7,28% en esa primera parte del año, un incremento que le sitúa a la cabeza de Europa e incluso por encima de la Bolsa de Nueva York. Aunque este último mes con la candente situación de Portugal y el complejo mapa de las cajas de ahorro haya provocado un descenso una minoración del 2,53% en los beneficios.
La historia se repite, en el caso de la sintervenciones del Banco de España
Si uno se remonta a los últimos casos de intervenciones del Banco de España en entidades financieras, puede observar que la resaca de estas actuaciones suele durar por lo menos dos sesiones, y normalmente el golpe suele ser más duro tras el primer día. Por ejemplo, cuando el sábado 22 de Mayo el regulador anunció que entraba en Cajasur el Ibex cedió posiciones durante el lunes y martes siguientes. El primer día se dejó un 1,27% y el siguiente un 3,05%, en total un 4,47% de castigo que encabezaron, como no, los títulos bancarios.
Un año y dos meses antes, la protagonista era Caja Castilla – La Mancha. La entidad que presidía el socialista Juan Pedro Hernández Moltó, al igual que CAM y Cajasur, salía de un proceso frustrado de fusión y no tuvo más remedio que dejarse dominar por el regulador. La entidad “estaba poniendo en riesgo sus activos propios” y al selectivo español le sentó mal la noticia. Ese mismo día el selectivo perdía un 1,18% para agravarse la situación la siguiente sesión con un descenso del 4,12%.
El caso que más se aproxima en el tiempo a situaciones de este tipo es la ya famosa intervención de Banesto. El 28 de diciembre de 1993 el Banco de España anunciaba la operación y la destitución del presidente de la entidad, Mario Conde, y de su consejo por la mala gestión de la entidad. Días antes, la institución había anunciado que el desequilibrio patrimonial de Banesto era de 605.000 millones de pesetas. Un hecho puntual y que no estaba inmerso en un contexto de reordenación del mapa financiero como el actual. De hecho la reacción de los operadores entonces fue mucho más calmada que la de los últimos tiempos. Dos descensos consecutivos del 1,57% y del 1,73% que se recuperaron en la siguiente sesión.
Situación en Europa
Mientras en España se intenta tragar con el sapo de CAM, en el resto de Bolsas europeas se han impuesto también las pérdidas. La situación en Portugal y los 24.000 millones de euros que la banca irlandesa ha reconocido necesitar han arrastrado a los parqués del viejo continente. Mientras tanto el euro ha recuperado posiciones y se sitúa al borde de los 1,42 dólares.
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