Andrés Góngora: “Desde la Junta de Andalucía parecen haberse dado cuenta de que el futuro pasa por producir en Andalucía, por lo que las palabras de Chaves ya son algo desterrado”

Pregunta.- ¿Cómo está yendo la campaña agrícola en la provincia?

Respuesta.- La campaña está siendo inestable por multitud de factores como son la variabilidad de las cotizaciones, el incumplimiento del precio mínimo de entrada de tomate y calabacín procedente de Marruecos y la incapacidad del sector de llevar a cabo acciones para incidir en la crisis de mercado.

Pregunta.- Los agricultores están teniendo especiales problemas últimamente y los robos están entre ellos. ¿Se avanza en algo?

Respuesta.- Desde COAG Almería destacamos que la Guardia Civil está deteniendo a más delincuentes, pero hay que reconocer que la situación de inseguridad e impunidad que existe en el campo almeriense es creciente. Desde la Organización Agraria estamos reclamando constantemente que se centren los controles y vigilancia en el mercado negro y las chatarrerías que finalmente es donde van a parar las hortalizas y maquinaria agrícola robada.

Pregunta.- ¿El problema de la inseguridad y los robos es especialmente preocupante en algún municipio o es generalizado?

Respuesta.- Es generalizado en la zona de invernaderos pero no es un problema exclusivo de la provincia de Almería ya que en las zonas rurales también se está incrementando la delincuencia.

Pregunta.- En el caso de El Ejido, el tema de los residuos agrícolas se suma a los muchos problemas del campo, ¿tiene visos de solucionarse o va para largo?

Respuesta.- Por desgracia el problema de Ejido Medio Ambiente no tiene visos de arreglarse hasta que la Justicia no dictamine quién es la empresa propietaria de la misma. Esta situación no se habría producido si la empresa de gestión de restos vegetales no estuviera sólo en manos privadas. Las administraciones públicas (Junta de Andalucía y Ayuntamiento de El Ejido) se han desentendido totalmente de un tema que está afectando gravemente a los agricultores de El Ejido y deben, de una vez por todas, buscar una solución urgente a este problema.

Pregunta.- Es inevitable hablar del acuerdo UE-Marruecos, ¿por qué hay quienes pueden tener interés en que prospere?

Respuesta.- Detrás del acuerdo con Marruecos hay una parte que es un interés comercial y hay a quienes les interesa la apertura de fronteras, principalmente las cadenas de distribución. Por otro lado, el acuerdo de Marruecos esconde, según ha dicho la propia ministra Rosa Aguilar, otros intereses como los chantajes del país alauita a los estados europeos en los temas relacionados con la inmigración ilegal, lucha contra el narcotráfico o lucha contra el terrorismo islámico.

Pregunta.- Si sale adelante sin garantías de control, ¿qué futuro espera al sector?

Respuesta.- Con el nuevo acuerdo las únicas hortalizas que produce Almería que se verían con algún tipo de protección son tomate, pepino y calabacín, aunque tampoco son garantías ya que para estas hortalizas tampoco hay mecanismos de control que aparezcan en el acuerdo. Para el resto de productos se da una situación de liberalización total con lo cual no habría garantías de control porque no existirían dichos controles.

Pregunta.- ¿Cómo valora la actuación del Gobierno y de la Junta en el tema del acuerdo UE-Marruecos?

Respuesta.- Por un lado el Gobierno español nos ha dejado solos en la defensa del sector hortofrutícola ante las autoridades comunitarias; de hecho ante el Consejo no tuvo la decencia de abstenerse en la votación y su voto fue a favor. Sin embargo, la posición de la Junta de Andalucía choca con la del Gobierno a pesar de compartir filas políticas. Tenemos que reconocerles un cambio en el discurso y es que no era difícil escuchar hace unos años al expresidente de la Junta, Manuel Chaves, animar a los andaluces a irse a producir a Marruecos. Sin embargo, ahora desde la Junta de Andalucía parecen haberse dado cuenta de que el futuro pasa por producir en Andalucía, por lo que las palabras de Chaves ya son algo desterrado.

Pregunta.- ¿Qué cuesta cultivar actualmente una hectárea de tomate y qué gastos representa, por ejemplo?

Respuesta.- Depende mucho de las variedades comerciales, si es de ciclo largo, ciclo corto… Por ejemplo, el coste de producción del tomate en rama se sitúa en 55 céntimos de euros/kilo, el tomate cherry en 1,10 €/kilo y el tomate de ensalada en torno a los 50 céntimos de euro/kilo. Como podéis observar en muchos casos se vende muy por debajo de los costes de producción que tiene el agricultor.

Pregunta.- Siempre se ha dicho que el sector hortofrutícola ha salido adelante sin necesidad de ayudas de las administraciones, ¿habría que plantear bonificaciones que hagan menos doloso para el agricultor salir adelante?

Respuesta.- Nosotros no creemos en las ayudas directas y, además, opinamos que un sector subsidiado es la antesala para que el sector desaparezca. Las ayudas que necesita el campo almeriense es una defensa de nuestros mercados y la puesta en marcha de líneas de ayuda reales para mejorar las estructuras agrarias de los invernaderos.

Pregunta.- Las alertas sanitarias desatadas para productos de terceros países, ¿en qué términos hay que valorarlas y cómo deben ser entendidas? ¿Cómo deberían controlarse y qué es lo que no se está haciendo bien?

Respuesta.- Es una cuestión muy grave y eso pone de manifiesto la doble moral de la Unión Europea. Los sistemas aduaneros europeos están poniendo de manifiesto serias deficiencias que están poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la salud pública. La UE es la que impulsa la liberalización de los mercados y los intercambios comerciales con terceros países y sin embargo no exige a los estados miembros unas actuaciones aduaneras claras y homogéneas, con lo cual los estados miembros hacen dejación de sus funciones no controlando nada en los puertos. Al final, el que menos vigila es el que más movimiento portuario tiene. Todo esto explica que España siendo la puerta de entrada de los productos procedentes de Marruecos no haya detectado ninguna alerta sanitaria y, por ejemplo, sí lo haya hecho Suecia.

Pregunta.- La Junta ha sancionado a un agricultor que utilizó una sustancia prohibida para el cultivo de pimiento. ¿Es, por suerte, cada día más una excepción?

Respuesta.- Por supuesto y además esto demuestra que los sistemas funcionan. De más de 3.000 análisis que se han llevado a cabo en pimientos almerienses en los últimos meses sólo se ha detectado un caso y debemos aclarar no es una alerta sanitaria por un plaguicida ilegal sino por el uso de un fitofortificante lo que no lo justifica; por lo tanto, nos parece bien y correcta la sanción.

Andrés Góngora es secretario provincial de COAG