El moro (y el oro)

Fría mañana de mediados de Noviembre en la capital. 09,30 en los relojes de pared y de sobremesa del lujosísimo despacho principal del Palacio. Una “persona” se halla en su interior y alguien toca a la puerta, entrando seguidamente sin autorización:

- Hombre!!!… Mi súper-macro-mega ministro todopoderoso favorito!!!

- Buenos días, José Luis. ¿Algo nuevo sobre Marruecos y el Sáhara?

- Se imponen… 0-1. Jajaja…

- Buen resultado, jefe. Buen resultado…

- Bueno, bueno. No nos podemos quejar.

- ¿Algo sobre lo que preocuparnos? Apuntan muchos que con todo esto de la “crisis del desierto” perderemos más votos.

- Nada. Naaaaaaaaada, Alfredo. Hay que estar tranquilos. Ya tenemos al moro!!!!…

- … el oro y el moro…

- No!!! El oro no. Me ha parecido arriesgado aceptar el oro. Lo dejaremos para más adelante y que Trini sea merecedora de ello, ¿no crees?

- ¿Trini? Oh… sí, claro. ¿Y a cambio de qué?

- Ce. y Me.!!!

- Ahhh… entiendo José Luis.

- Ummm.

- ¿Y habrá periodistas para la ocasión?

- Ni hablar Alfredo. Tú te encargas de todo eso. “Nuestro rey moro” no los quiere ni en pintura.

- Vale, José Luis, así será. [...] ¡¡Qué peso nos hemos quitado de encima!!

- Ni que lo digas querido Alfredo. Ese grano solo lo tienen “otros”, jejeje…

- Entonces ahora tenemos dos reyes, jejeje. Uno aquí y otro allí… me pregunto si Mohamed ejercerá poder también sobre el viento subsahariano que sopla en mis … mis adoradas Canarias!!!

- Eso pregúntaselo a los del tiempo, o a nuestro amigo Paulino. Aunque te recuerdo que la Tierra es del viento.

- Ya, ya. ¿Y hemos obtenido algo más de todo esto? Digo aparte del rey moro…

- Pues clarooooo!! Ahora tenemos el apoyo de los moritos y además nos compran más armamento. Así, de esta forma, Alfredo querido, evitaremos que ETA lo robe y con ello los pobrecillos arrepentidos de Batasuna encuentren menos obstáculos a la hora de presentarse a las municipales de 2.011; aunque todo esto lo estoy arreglando personal y directamente con Fiscalía y con el TSJ del P.Vasco…

- ¡¡Qué bien, jefe!! …Aunque ofrecimos ayuda y lealtad al Sáhara hace años!!…

- Ja. Alfredo, eso no se lleva… Ahora hay que ofrecer ayuda y lealtad al rey morito y a nuestros amigos del P.Vasco… lo entiendes, verdad???

- Sí… claro, José Luis. Aunque me preocupa lo que podamos perder…

- Creo que no vamos a perder nada, Alfredo. Sobreviviremos a los ataques de los “otros”, y aunque las encuestas digan lo contrario, ya verás como se nos ocurren a tí y a mí algunas cositas de aquí a Marzo de 2.012.

- Claro que sí, jefe. Por supuesto. Menudas máquinas de fabricar “ideas” estamos hechos!!!

- Sí, sí… jejeje… Y ahora vete, anda, a trabajar!!! Ve a dar una de esas ruedas de prensa que tanto te gusta dar y que a mí me animan, me elevan el espíritu de lucha, me levantan la moral, me aúpan y me hacen reir, jijiji, Y sigue siendo como siempre… así… natural, gesticulando en todo y haciendo lo que mejor haces Alfredo, jejeje… Mentir!!!

- Ay, … cuánto sabes, José Luis. Como sabes!!! jejeje. Ya sabes que yo cuento historias y batallas, cuentos y leyendas, novelas, jejeje… como Don Pimpón el de Barrio Sésamo, y me los meto a todos en el bolsillo. Por cierto, ¿debo decir algo de que el oro viene de camino de la mano de Trini?

- No, eso puede esperar.

- ¿Y si me preguntan sobre nuestro “aislamiento”?

- ¿Aislamiento? Aquí solo tienen aislamiento las paredes de este palacio… No estamos solos. No estaremos solos, viejo amigo. Tenemos a los de Marruecos y a su bendito rey moro; y tenemos también a los de Batasuna. Eso es lo que tenemos que cuidar bien… comprendes???

- Oh, claro!!! No se me puede olvidar. Anda, pero si todo está ganado. Y con respecto a lo de la visita del Papa, no te preocupes que todo lo tengo bajo control. (Menos mal que estoy yo aquí) Por cierto son casi las 10… me voy para la rueda de prensa. Tú tranquilo… tranquilo…

- Claro, … siempre, compañero. Duermo todas las noches. Estamos dejando esto como una patena… Las cosas bien hechas. Aunque me pregunto, que “coño” querrán ahora Bardem madre y familia??? Bah… estos querrán otro puñado de euros. Encárgate de ello, ¿vale?

- Claro, jefe, como mandes.

- Por cierto… Te sigo apreciando como el primer día del primer día… Ah!!! Si no fuera por tí!!! No sabes cuántas ocasiones he tenido de decírtelo y no he podido… por todas esas cositas que desinteresadamente haces por mí, por esta casa y por este país. Quiero que recuerdes que tienes mi beneplácito en todo lo que haces y vayas a hacer… tus decisiones son siempre acertadas, y quiero recordarte también que algún día este asiento que ahora está calentito, tú, tal vez tú lo calientes!!!

- Gracias, jefe… Amor. ¿Amor con amor se paga, no?

- Eso, eso. A trabajar, Alfredo. Levantemos este país de cobardes e ineptos… y que “los otros” dejaron como dejaron…

Y esta ha sido y es una de las tantas reuniones de “trabajo” que dos personas que se creen entregadas a su país, a su labor, hacia los demás y a la lucha por la libertad y la verdad, desarrollan cada día…

… Y mañana más.

José María Sánchez Sánchez

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